No os dejéis llevar por una lectura rápida del título; «La Mejor Tarta de Chocolate del Mundo» no es una afirmación personal sino una pastelería ubicada en el corazón de Madrid que afirma elaborar la mejor tarta de chocolate del mundo. Amantes chocolateros, regocijaos. Éste es vuestro postre. Sobre «La Mejor Tarta de Chocolate del Mundo»Encontré este establecimiento por casualidad, mientras paseaba por las inmediaciones del Retiro. No obstante, esta pastelería que funciona como cafetería y tienda lleva abierta desde finales de 2014 (en la localización actual). Pero el origen de esta tarta no se encuentra en Madrid, sino en Lisboa, donde el portugués Carlos Bras López abrió una confitería en exclusiva para vender su tarta de chocolate que tanto éxito había tenido en su restaurante. ¿Adivináis el nombre de esta pequeña confitería? «O Melhor Bolo de Chocolate do Mundo» — en español, la mejor tarta de chocolate del mundo. La Mejor Tarta de Chocolate del Mundo no sólo ha conquistado los paladares lisboetas y madrileños, actualmente se puede encontrar en Reino Unido; Brasil; Australia; Angola; Suiza y Alemania. A España llegó de la mano de dos españolas —Isabel Ruiz-Morales e Iria Romero-- que después de descubrir el bolo del señor Carlos se convirtieron en fans y decidieron distribuir la tarta en Madrid. El establecimiento está ubicado en pleno centro de Madrid, en la calle Alcalá justo al lado del parque Retiro y su estación de metro. Creo que la localización no podía ser mejor.
El local es bastante pequeño y se suele llenar enseguida, sobre todo a la hora punta «del café», así que tenedlo en cuenta si queréis planificar vuestra visita. Pero en mi opinión, ese es parte de su encanto, pues no os encontraréis un lugar masificado, sino un pequeño local con mucho encanto —atención a la decoración imitando los típicos azulejos portugueses— para pasar un rato agradable y tranquilo. Por el verano suelen tener una pequeña terraza en la acera (el precio se incrementa).
Los platos de azulejos colgados en la pared son un trampantojo, porque en realidad no lo son: se trata de platos de papel pintados. Pero ¿a que logra el efecto?
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