He de reconocer que, hasta hace poco, no era muy entusiasta del gazpacho. Claro que mi experiencia se limitaba a las versiones comerciales disponibles en las tiendas. Sin embargo, hace poco he tenido la oportunidad de probar un gazpacho casero que cambió mi percepción sobre este maravilloso plato. ¡Lo que me había perdido! (Sobra decir que no hay ni comparación entre la versión casera y la versión «comercial»). Ahora entiendo las grandes pasiones que levanta esta crema fría de tomate; sencilla pero muy nutritiva y por qué resulta perfecta para el caluroso verano. Además de ser naturalmente sin gluten (si omitimos el pan o utilizamos pan sin gluten) también es vegano.
Ni corta ni perezosa, me dispuse a probar esta receta en casa (y soñar felizmente en días de verano más llevaderos acompañados del refrescante gazpacho). Sin embargo, cuando ya tenía las manos en la masa, me di cuenta que me faltaban algunos de los ingredientes «clásicos», según la receta tradicional de gazpacho. ¿Podría haberlo dejado para otro día cuando contara con estos ingredientes? Sí. Pero, ¿estaba protestando ya el estómago? También. Solución: lanzarme a la aventura e improvisar con los ingredientes que tenía a mano.
Según la receta tradicional, para elaborar el gazpacho se necesita tomate, ajo, pimiento verde —al parecer el pimiento verde le da un sabor bastante diferente al que proporciona el pimiento rojo— y picatostes. Pero me había quedado sin pimientos (ni rojo ni verde), así que utilicé apio en su lugar, que también aporta un sabor y fragancia distintiva. El ajo crudo me resulta bastante fuerte, por lo que decidí sustituirlo por ajo tierno, que tienen un sabor más suave y mi estómago me lo agradece. Respecto a los picatostes de pan, para mí no son necesarios, y la verdad es que prefiero comer el pan sin gluten tal cual (para bocadillos o acompañar la comida) así que los obvié. Si queréis acompañar el gazpacho de picatostes sin gluten, sabed que en algunas tiendas se comercializan ya hechos. Aunque al principio no estaba muy segura del resultado de esta adaptación de la receta del gazpacho, el resultado fue muy bueno, superando de hecho mis expectativas. Sabía que tenía que a) compartir esta receta con vosotros b) repetir la receta y crear cantidades industriales para sobrevivir al resto de los días calurosos que quedaban por delante. Debo añadir que la calidad de los ingredientes influye en el resultado final, especialmente en este tipo de platos donde no hay cocción de los alimentos y simplemente se preparan en crudo. He utilizado productos ecológicos y no ecológicos, y he notado la diferencia, pero esto ya es una preferencia personal. Espero que disfrutéis de esta «versión Glutenacious del gazpacho. Si como yo, no eráis muy amigos de este plato, os animo a que le deis una nueva oportunidad, veréis como resulta perfecto para combatir el calor estival.
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